Descripción
La Levadura de Cerveza y Trigo de Intracma son conocidos por sus propiedades nutritivas. Ambos alimentos poseen altas cantidades de vitaminas y otros nutrientes que enriquecen la dieta diaria.
Indicación
La levadura de cerveza refuerza el sistema nervioso gracias a su riqueza en vitaminas del grupo B. Además contribuye a la regulación de los niveles de azúcar en sangre (glucemia) por lo que resulta interesante en dietas de control de peso. Además, la levadura de cerveza posee también un alto contenido de hierro, lo que la convierte en un aliado perfecto para superar posibles estados de anemias. El germen de trigo aporta principalmente vitamina E, que posee un elevado poder antioxidante y evita el envejecimiento prematuro. Gracias a su contenido en ácido linoleico y fosfolípidos, resulta también una herramienta eficaz para la regulación de los niveles de lipoproteínas en sangre y para reforzar las membranas celulares. Por otro lado, el germen de trigo es rico en proteínas de modo que complementa perfectamente las necesidades proteicas del metabolismo.
Modo de empleo
1 o 2 cucharadas diariamente en agua, caldo, leche o jugo de frutas.
Almacenamiento
Conservar en un lugar fresco seco y aislado del sol.
Ingredientes
Levadura de cerveza y germen de trigo.
El hierro es un mineral funcional que contribuye al desarrollo y crecimiento del cuerpo. Además, está presente en la hemoglobina y la mioglobina, proteínas encargadas de transportar el oxígeno de los pulmones al resto del organismo. Por otro lado, el hierro también participa en la creación de hormonas y tejido conectivo.
Nuestro organismo absorbe este mineral de los alimentos, como mariscos, carnes magras, huevo, legumbres y frutos secos. Para facilitar su absorción, es recomendable añadir a la dieta alimentos ácidos y ricos en vitamina C, como el zumo de naranja o de limón. Si no consumimos la cantidad suficiente de hierro se produce la denominada anemia ferropénica, que, a largo plazo, dará pie a síntomas como falta constante de energía, cansancio, trastornos intestinales y/o dificultad para controlar la temperatura del cuerpo. Esta falta de hierro se puede reestablecer a través de una dieta variada y, si no fuera suficiente, con una suplementación controlada. En este último caso, es imprescindible seguir la pauta de un profesional sanitario y evitar siempre la ingesta de un complemento alimenticio que aporte hierro sin conocer si se tiene carencia de este mineral.
Además, las necesidades de hierro que tiene el organismo variarán a lo largo de los años, siendo de especial importancia su regulación durante los años de menstruación, así como en gestantes y lactantes. Asimismo, el hierro participa activamente en los procesos de desarrollo y crecimiento, por lo que es muy importante para el/la recién nacido/a




